Período de Paulo VI
LOS ÁNGELES, abril 01.- El líder de una orden católica especializada en el tratamiento de sacerdotes pedófilos se reunió con el entonces Papa Paulo VI hace casi 50 años, para advertirle de la necesidad de eliminar a quienes incurrieran en estas prácticas, según consta en una carta a la que tuvo acceso la agencia AP.
La misiva del 27 de agosto de 1963, firmada por el jefe de los Siervos de Nuevo México, le señalaba al pontífice que había que separar del sacerdocio a los pedófilos, sobre todo a los reicidentes.
La carta demuestra que El Vaticano sabía, o debía haber estado al tanto, sobre los abusos de miembros del clero en Los Ángeles, Estados Unidos, según asegura Anthony DeMarco, un abogado que reveló el texto.
El documento ahora se presenta como prueba en un juicio que se lleva a cabo en Kentucky en el que se busca demandar a la Santa Sede por negligencia, al no alertar a la policía sobre los curas que abusaron de menores.
Sin emabargo, esta situación parece haber sido conocida en Roma mucho antes de la década del ’60. De hecho, el código de derecho canónico de 1917 tipificaba como delito el abuso sexual de menores y, cinco años más tarde, El Vaticano escribió un documentos que resumía los procedimientos detallados para estos casos.
En 1962, el documento fue actualizado y se ha utilizado en muchas de las demandas de las vícitmas contra las diócesis de Estados Unidos y la Santa Sede.
La carta escrita por el reverendo Gerald M.C. Fitzgerald, parece haber sido preparada a petición del Papa y resume sus pensamientos sobre sacerdotes díscolos.
Incluso, hace un año se informó que Fitxgerald tenía la intención de comprar una isla para que los religiosos que se sentían atraídos por hombres y niños, pudieran ser separado. Además, trascendió que hizo un pago de 5 mil dólares como pago inicial por una isla caribeña con ese fin.
Sin embargo, su ‘sueño’ se vio frustrado cuando el nuevo arzobispo de Santa Fe, Joseph McNamara revocó la iniciativa.
http://www.terra.cl/actualidad/index.cfm?id_cat=303&id_reg=1392177
Nota:
Ustedes piensan que esto comenzó aquí, veamos lo que no dice la historia:
Finalmente vislumbró en lontananza la ciudad de las siete colinas. Con profunda emoción, cayó de rodillas y, levantando las manos hacia el cielo, exclamó: "¡Salve Roma santa!" -Id., cap. 6. Entró en la ciudad, visitó las iglesias, prestó oídos a las maravillosas narraciones de los sacerdotes y de los monjes y cumplió con todas las ceremonias de ordenanza. Por todas partes veía escenas que le llenaban de extrañeza y horror. Notó que había iniquidad entre todas las clases del clero. Oyó a los sacerdotes contar chistes indecentes y se escandalizó de la espantosa profanación de que hacían gala los prelados aun en el acto de decir misa. Al mezclarse con los monjes y con el pueblo descubrió en ellos una vida de disipación y lascivia. Doquiera volviera la cara, tropezaba con libertinaje y corrupción en vez de santidad. "Sin verlo -escribió él, -no se podría creer que en Roma se cometan pecados y acciones infames; y por lo mismo acostumbran decir: 'Si hay un infierno, no puede estar en otra parte que debajo de Roma; y de este abismo salen todos los pecados.' " Conflicto de los Siglos c.7
Y así este poder no ha cambiado, debajo de ellas esta la Iniquidad, pues ese es su verdadero caracter, y tal cual esposa de potifar, acusando a los santos de pecados horribles, encubre su propio pecado.
El mismo Dios nos dice Ha caido, ha caido la Gran Babilonia. Hermanos, ¿cres que tú que es factible hacer alianza con un poder así? Por supuesto que no, y sin embargo vemos como día a día quienes se llaman cristianos y deberían ser los atalayas de Sion, hacen tratos de silencio con el enemigo.
Por eso el Señor levantará al tercer Elias, quien declarará los pecados e invitará al arrepentimiento, pues el tiempo es muy corto.
Dios les bendiga
Jenu
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