lunes, 1 de julio de 2013

Continúa fuera de control el incendio de Arizona que mató a 19 bomberos que ya se ve desde el espacio.

El fuego afecta a más de 3.600 hectáreas en Yarnell y se estima que el fuego siga una trayectoria "errática" dados los continuos cambios de dirección del viento, la escasa humedad y las pocas probabilidades de lluvias.




Cerca de 400 efectivos continúan hoy la lucha contra el incendio forestal en Yarnell (Arizona), que el domingo se cobró la vida de 19 bomberos en la mayor tragedia de estas características de la historia reciente de EEUU.

La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, calificó la pérdida del equipo de bomberos de "insoportable" y aseguró: "les ofrecemos nuestra más profunda deuda de gratitud".

"Debe recordarnos por siempre el constante peligro que enfrentan nuestros bomberos desinteresadamente para protegernos. Nunca podremos recompensar a estos 19 hombres y sus familias por su servicio y su sacrificio final en nuestro nombre", agregó Brewer entre lágrimas en rueda de prensa esta mañana.

El incendio, que sigue sin estar controlado, afecta ya a más de 3.600 hectáreas en Yarnell, a 130 kilómetros al norte de Phoenix.



El portavoz de la División Forestal de Arizona, Mike Reichling, indicó esta mañana que las condiciones no son muy favorables ya que se espera que el fuego siga una trayectoria "errática" dados los continuos cambios de dirección del viento, la escasa humedad y las pocas probabilidades de lluvias.

Se espera, además, que las temperaturas en la zona rocen los 40 grados centígrados, como parte de la ola de calor extrema que ha azotado el suroeste de EEUU este fin de semana.

Por su parte, el jefe de bomberos de Prescott, Dan Fraijo, afirmó que "el departamento se encuentra en una crisis devastadora", al resaltar que habían perdido al 20% del cuerpo total de bomberos del departamento en la tragedia.

El experimentado grupo de bomberos había trabajado recientemente en la extinción de incendios en Nuevo México.

De acuerdo con los primeros datos, los bomberos se vieron sorprendidos por un incendio súbito provocado por un relámpago que rápidamente prendió y no les dio tiempo a escapar.

Las víctimas habrían utilizado unas mantas de emergencia para protegerse de las llamas, pero dada la magnitud del fuego fueron insuficientes.
Se trata del incendio más mortífero de la historia reciente de EEUU, y ha superado al de 1994 de Colorado, ocurrido en el "South Canyon", en el que fallecieron 14 bomberos.

NOTA

a tempestad se avecina y debemos prepararnos para afrontar su furia mediante el arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor Jesucristo. El Señor se levantará para sacudir terriblemente la tierra. Veremos desgracias por todas partes. Miles de barcos serán arrojados a las profundidades del mar. Armadas enteras se hundirán, y las vidas humanas serán sacrificadas por millones. Estallarán incendios inesperadamente y no habrá esfuerzo humano capaz de extinguirlos. Los palacios de la tierra serán arrasados por la furia de las llamas. Serán cada vez más frecuentes los desastres ferroviarios; en las grandes vías de tránsito habrá confusión, choques y muerte sin la advertencia de un momento. El fin está cerca, el tiempo de gracia termina. ¡Oh, busquemos a Dios mientras puede ser hallado, llamémosle en tanto que está cercano!—Mensajes para los Jóvenes, 87 (1890).

Está muy cerca el momento en que habrá en el mundo una tristeza que ningún bálsamo humano podrá disipar. Se está retirando el Espíritu de Dios. Se siguen unos a otros en rápida sucesión los desastres por mar y tierra. ¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y ciclones, así como de la destrucción producida por incendios e inundaciones, con gran pérdida de vidas y propiedades! Aparentemente estas calamidades son estallidos caprichosos de las fuerzas desorganizadas y desordenadas de la naturaleza, completamente fuera del dominio humano; pero en todas ellas puede leerse el propósito de Dios. Se cuentan entre los instrumentos por medio de los cuales él procura despertar en hombres y mujeres un sentido del peligro que corren.—La Historia de Profetas y Reyes, 207.

La época en que vivimos es importante y solemne. El espíritu de Dios se está retirando gradual pero ciertamente de la tierra. Ya están cayendo juicios y plagas sobre los que menosprecian la gracia de Dios. Las calamidades en tierra y mar, la inestabilidad social, las amenazas de guerra, como portentosos presagios, anuncian la proximidad de acontecimientos de la mayor gravedad. Las agencias del mal se coligan y acrecen sus fuerzas para la gran crisis final. Grandes cambios están a punto de producirse en el mundo, y los movimientos finales serán rápidos.—Joyas de los Testimonios 3:280.

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