Adventistas en alerta por proyecto de ley dominical comercial en Europa
Fuente: http://news.adventist.org/es/2010/07/adventistas-en-alerta-por.html
Nota:
Fuente: http://news.adventist.org/es/2010/07/adventistas-en-alerta-por.html
Nota:
Conferencia del médico Russell Blaylock acerca de los efectos de la alimentación sobre la conducta humana: La excesiva ingesta de azúcares y grasas saturadas, la importancia de las vitaminas y los minerales, la influencia de los compuestos sintéticos como los herbicidas, los pesticidas, el aspartamo o el glutamato monosódico...
Ya en la iglesia ni se toca el tema de la nutrición, ya no hay cursos de cocina, e incluso yendo más allá se estimula el consumo de comida chatarra en las reuniones sociales que se realizan. Usted querido lector se preguntará ¿Y esto que tiene que ver con la Apostasia Omega? El fin de la apostasia omega es qe a pesar de estar dentro de la iglesia adventista te pierdas y seas arrastrado en el zarandeo, que mantengas tu vida de pecado y maldad y no estes con el pueblo que esperará la Venida del Señor. Ya hace muchos años la hermana White advirtó sobre como la alimentación influye sobre nuestra conducta cosa que ahora recien la medicina está empezando a descubrir.
El 10 de diciembre de 1871 me fue mostrado nuevamente que la reforma pro salud es un ramo de la gran obra que ha de preparar a un pueblo para la venida del Señor. Está tan íntimamente relacionada con el mensaje del tercer ángel como la mano lo está con el cuerpo. La ley de los Diez Mandamientos ha sido considerada livianamente por los hombres, pero el Señor no quiso venir a castigar a los transgresores de dicha ley sin mandarles primero un mensaje de amonestación. El tercer ángel proclama ese mensaje. Si los hombres hubieran sido siempre obedientes al Decálogo, y hubiesen llevado a cabo en su vida los principios de esos preceptos, la maldición de tanta enfermedad que ahora inunda al mundo no existiría.
PARA PREPARAR A UN PUEBLO
Los hombres y las mujeres no pueden violar la ley natural, complaciendo un apetito depravado y pasiones concupiscentes, sin violar la ley de Dios. Por lo tanto, el Señor ha permitido que sobre nosotros resplandezca la luz de la reforma pro salud, para que veamos el pecado que cometemos al violar las leyes que él estableció en nuestro ser. Todos nuestros goces o sufrimientos pueden atribuirse a la obediencia o transgresión de la ley natural.
Nuestro misericordioso Padre celestial ve la condición deplorable de los hombres que, a sabiendas unos, por ignorancia muchos, viven violando las leyes que él estableció. Pero por su amor y compasión hacia la humanidad, él hace resplandecer la luz de la reforma pro salud. Promulga su ley y anuncia la penalidad que se aplicará a la transgresión de ella, para que todos puedan aprender y procuren vivir en armonía con la ley natural. Proclama su ley tan distintamente y, la hace tan eminente que es como una ciudad asentada sobre una montaña. Todos los seres responsables pueden comprenderla si quieren. Los idiotas no serán responsables. Hacer clara la ley natural e instar a que se la obedezca es la obra que acompaña al mensaje del tercer ángel, con el propósito de preparar a un pueblo para la venida del Señor.(1873) J.T. Tomo1, p. 319-320
El abusarse del estómago complaciendo el apetito, constituye la fuente fructífera de la mayor parte de las pruebas de la iglesia. Los que comen y trabajan intemperada e irracionalmente, hablan y actúan irracionalmente. Un hombre intemperante no puede ser un hombre paciente. No es necesario tomar bebidas alcohólicas para ser intemperante. El pecado de comer con intemperancia, de comer muy frecuentemente, en demasiada cantidad, y alimentos ricos y malsanos, destruye la acción saludable de los órganos digestivos, afecta el cerebro y pervierte el juicio, impidiendo el funcionamiento racional, sereno y saludable del pensamiento y la acción. Y ésta es la fuente fructífera de las pruebas de la iglesia. Por lo tanto, con el propósito de que los hijos de Dios se hallen en un estado aceptable ante él, donde puedan glorificarlo en su cuerpo y en su espíritu, que son de Dios, deben negarse con interés y con celo a complacer su apetito, y deben ejercer la temperancia en todas las cosas. Pueden entonces comprender la verdad en su belleza y claridad, y pueden ponerla en práctica en su vida. Así, por medio de una conducta juiciosa, sabia y recta, no darán a los enemigos de nuestra fe ninguna ocasión para que éstos censuren la causa de la verdad.(1867) 1 Testimonies 618, 619
Nuestra salud física es conservada por lo que comemos; si nuestros apetitos no están bajo el control de una mente santificada, si no somos temperantes en todo lo que comemos y bebemos, no estaremos en un estado mental y físico sano para estudiar la Palabra con el propósito de aprender lo que dicen las Escrituras: ¿Qué haré para tener la vida eterna? Todo hábito malsano producirá una condición malsana en el sistema, y la delicada y viviente maquinaria humana del estómago resultará perjudicada, y no podrá realizar su trabajo debidamente. El régimen alimenticio tiene mucho que ver con la disposición a entrar en la tentación y cometer pecado. MS 129, 1901Hermanos mios, no dejemos de lado el tema de la Alimentación, si queremos ganar la batalla contra el pecado y ser parte del pueblo de Dios que estará firme en el tiempo del fín estudiemos con más detenimiento este tema.
Muchos se maravillan de que la humanidad haya degenerado tanto, física, mental y moralmente. No entienden que es la violación de la constitución y las leyes de Dios, y la transgresión de las leyes de la salud, lo que ha producido esta triste degeneración. La transgresión de los mandamientos de Dios ha hecho que el Señor retrajera su mano que imparte prosperidad.
La intemperancia en el comer y el beber, y la complacencia de las bajas pasiones, ha entumecido las delicadas sensibilidades, de manera que las cosas sagradas han sido puestas al nivel de las cosas comunes.
Los que se permiten convertirse en esclavos de un apetito glotón, a menudo van más allá, y se rebajan a sí mismos complaciendo sus pasiones corruptas, que han sido excitadas por la intemperancia en el comer y el beber. Dan rienda suelta a sus bajas pasiones, hasta que la salud y el intelecto sufren grandemente. Las facultades de raciocinio resultan destruidas en gran medida por los malos hábitos.
La irregularidad en el comer y el beber y la forma impropia de vestirse, depravan la mente y corrompen el corazón, y esclavizan los nobles atributos del alma a las pasiones animales. Consejos sobre el regimén alimenticio p. 73