La unidad de la Iglesia
Por monseñor Demetrio Fernández, obispo de Tarazona
TARAZONA, viernes 22 de enero de 2010 (
ZENIT.org).- Publicamos el mensaje que ha escrito monseñor Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, sobre la actual Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
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En estos días del mes de enero, del 18 al 25, se nos invita a considerar la unidad de la Iglesia, herida a lo largo de la historia por distintas rupturas. Se nos invita a orar por esta unidad, para que todos los que confiesan a Cristo con Dios y Señor, se reúnan cuanto antes en la
única Iglesia que él ha fundado. De esta manera secundamos el deseo de Cristo. "Padre que todos sean uno, como tú y yo somos uno,,, para que el mundo crea" (Jn 17,21). A este movimiento lo llamamos ecumenismo, camino hacia la
unidad de todos los cristianos en la única Iglesia de Cristo.
Hay además otras muchas personas que no confiesan a Cristo como Señor (p.e., los musulmanes, los judíos, etc.) y también otros muchos que no tienen ninguna religión o que son ateos. Dios quiere reunir a todos los hombres en su misma familia, y para eso ha constituido a la Iglesia sacramento universal de salvación para todos los hombres. Pero el ecumenismo se refiere propiamente a los cristianos, que, siendo creyentes en Cristo como Dios y Señor, no viven en la misma Iglesia.
En nuestra diócesis hay
católicos de rito oriental, con sus costumbres y liturgia bizantina, distinta de la romana, que es la nuestra. Pero ellos y nosotros pertenecemos a la misma Iglesia católica, bajo la misma autoridad del Papa. También entre los muchos inmigrantes, que nos ayudan en nuestros trabajos, hay
cristianos ortodoxos, coincidentes con nosotros en casi todo, pero no están bajo la autoridad universal del Papa. Y hay también
cristianos evangélicos, que creen en Cristo como Dios y Señor, pero no tienen la Eucaristía, ni el sacerdocio, ni la autoridad del Papa. Con todos ellos, como cristianos, oramos estos días por la unidad de la Iglesia.
La unidad no significa uniformidad. Es bonita la pluralidad de costumbres, de liturgia, de expresiones culturales, puesto que la Iglesia fundada por Cristo es universal y se encarna en cada uno de las culturas y de los pueblos. Pero esa pluralidad enriquecedora tiene que mantener una unidad fundamental. Si no, todas esas riquezas quedan dispersas y sirven para disgregar, no para unir.
¿Cuáles son los elementos esenciales de la unidad? En primer lugar, es
Cristo quien nos une en el Espíritu Santo y en la gracia. Para estar unidos en él hemos de confesar una misma fe: Cristo es Dios verdadero y hombre verdadero.
Pero además, hemos de creer en la Iglesia, que Cristo ha fundado sobre el cimiento de los apóstoles, al frente de los cuales puso a Pedro. A éstos les suceden los obispos en plena comunión de fe y de disciplina con el Sucesor de Pedro, el Papa de Roma. La
Palabra de Dios contenida en la Biblia e interpretada por la tradición viva y por el magisterio de la Iglesia.
La Palabra de Dios conserva todo su frescor cuando es interpretada por la Iglesia; de lo contrario, pierde su vigor, como les sucede a los herejes, que usan la Palabra de Dios, pero se apartan de la verdad, porque interpretan mal la Palabra de Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica contiene resumidamente toda la enseñanza de la Iglesia. Los
sacramentos: El bautismo nos incorpora a Cristo y a su Iglesia. La Eucaristía (que supone el sacramento del Orden para que sea válida) es Cristo vivo en medio de su Iglesia, que la alimenta y la congrega en la unidad.
Oremos en estos días y hagamos penitencia para que llegue pronto el día de la plena comunión en la única Iglesia, bajo la autoridad del Sucesor de Pedro, "un solo rebaño y un solo pastor" (Jn 10,16). Seamos siempre factores de unidad y de comunión en torno a nuestros pastores, garantes de esa unidad en la Iglesia.
Fuente:
Zenit.org
Nota:
Mmm, que se puede decir frente a esta tremenda declaración, de un mismo sacerdote de la ICAR, el ecumenismo es
la "unidad de todos los cristianos en la única Iglesia de Cristo."
El catolisismo no ha cambiado, los únicos que han cambiado y cedido han sido los ex-protestantes que se han declarado hijas de la Gran Ramera (Apoc 17:5). Y como vemos la autoridad de la ICAR no se tranza, pues son los únicos que tienen el dereche de interpretar la Biblia, pues los demás son llamados "herejes". Es interesante notar que la Iglesia popular útiliza este termino después de tantos años. Es increible que este poder siga tan altanero como siempre y a pesar de todo lo que ha pasado dentro de sus filas, se sigan creyendo infalibles.
Los protestantes consideran hoy al romanismo con más favor que años atrás. En los países donde no predomina y donde los partidarios del papa siguen una política de conciliación para ganar influjo, se nota una indiferencia creciente respecto a las doctrinas que separan a las iglesias reformadas de la jerarquía papal; entre los protestantes está ganando terreno la opinión de que, al fin y al cabo, en los puntos vitales las divergencias no son tan grandes como se suponía, y que unas pequeñas concesiones de su parte los pondrían en mejor inteligencia con Roma. Tiempo hubo en que los protestantes estimaban altamente la libertad de conciencia adquirida a costa de tantos sacrificios. Enseñaban a sus hijos a tener en aborrecimiento al papado y sostenían que tratar de congeniar con Roma equivaldría a traicionar la causa de Dios. Pero ¡cuán diferentes son los sentimientos expresados hoy! (Conflicto de los Siglos p 515)
Segun Europapress, quienes se juntaron a orar por esta unidad, fueron las "confesiones luterana, anglicana y ortodoxa, así como fieles evangélicos en Valencia junto con grupos de católicos
"
Y el tema central a tratar aquí fue "La doctrina de la justificación en el diálogo ecuménico" dictada por obispo auxiliar de Valencia monseñor Enrique Benavent.
Así es, Luteranos y Evangelicos escuchando al papado hablar acerca de Justificación.(No es por la fé).
Hermanos mi blog se llama cuarto ángel, y desde que comencé he puesto el link de los libros 1888, les insto a que los lean, especialmente el carta a los Galatas de E. J. Waggoner, en ella se encuentra en su pureza, la doctrina de la Justificación por la Fé. Es el tiempo en donde debemos estudiar esta doctrina y defenderla, pues esa es la misión que se nos encomendó, proclamar con gran poder y gloria, el triple mensaje angelico.
Ese es el mensaje del Cuarto Ángel como lo declara la siguiente cita:
"Satanás ha ideado un estado de cosas por el cual la proclamación del mensaje del tercer ángel será detenida. Debemos precavemos de sus planes y métodos. No debe suavizarse el tono de la verdad, no
debe disimularse el mensaje para este tiempo. El mensaje del tercer ángel debe ser fortalecido y confirmado. El capitulo 18 de Apocalipsis revela la importancia de presentar la verdad no en términos me-surados, sino con valentía y poder. Ha habido demasiados rodeos en la proclamación del mensaje del tercer ángel. El mensaje no ha sido dado tan claramente y distintamente como debiera haber sido proclamado". El Evangelismo:171.
"Varios me han escrito preguntándome
si el mensaje de la justificación por la fe es el mensaje del tercer ángel, y he contestado: 'Es el mensaje del tercer ángel en verdad'. El profeta declara: 'Después de estas cosas vi otro ángel descender del cielo teniendo gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria'. Claridad, gloria y poder deberán ser adicionados al mensaje del tercer ángel, y doquier sea
predicado en la manifestación del Espíritu, traerá convicción. Cuando esa luz venga al pueblo de Dios, ¿de qué modo podrá alguien de entre nuestros hermanos saberlo? Es cierto que hasta ahora no hemos visto la luz que corresponda a esta descripción. Pero Dios tiene luz para su pueblo y todos aquellos que quieran aceptarla, verán que es pecado permanecer en la condición de tibieza y oirán el consejo del Testigo Fiel y verdadero, que dice: 'Sé pues celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo... La vestidura blanca es la justicia de Cristo... A nuestros hermanos que se hallan en una condición de confianza propia y de auto-satisfacción, que hablan y actúan como si no hubiese necesidad de más luz, les necesitamos decir: El mensaje laodicense se aplica a vosotros". RH.01/04/1890.
Dios les bendiga
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